En la ciudad de Lima, capital del Perú, el presente se funde con la historia y la tradición para mostrarnos sus múltiples atractivos y legado cultural. Bautizada en 1535 por los conquistadores españoles como la Ciudad de los Reyes, se convirtió en la ciudad más importante de la región durante el virreinato. La capital del Perú alberga hoy un sinnúmero de monumentos tanto arquitectónicos como arqueológicos, que por su belleza y conservación le han valido el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, otorgado por la UNESCO. Ya sea de día o de noche, vale la pena recorrerla por completo para observar el contraste de sus paisajes y sus diversos atractivos.

Ubicada a orillas del Océano Pacífico, entre los valles del Río Rímac y Lurín, y con una población aproximada de 9 millones de habitantes, en Lima es posible encontrar arquitectura pre-inca, inca, colonial y republicana, todas ellas conviviendo en total armonía, en una ciudad que sigue creciendo al ritmo de la modernidad.

La capital es una ciudad dinámica en donde se mezclan la Lima pre-colombina, colonial y moderna, ofreciéndonos diversas posibilidades de alojamiento, restaurantes, diversión, compras, deportes, tours y diferentes atractivos culturales y ecológicos.

Fundada en 1540 en el hermoso valle del río Chili, Arequipa es también conocida como la Ciudad Blanca, por el material usado en sus construcciones: el sillar, piedra blanca de origen volcánico, tomada de sus canteras. Se encuentra rodeada por tres volcanes: Chachani, Pichu Pichu y el tutelar Misti.

Arequipa es tierra de volcanes y de los cañones más profundos del mundo: Colca y Cotahuasi. Su impresionante paisaje convive perfectamente con el crecimiento de la ciudad. Sus empresas la han convertido en la segunda economía del país, destacando principalmente en la producción textil de lana de camélidos sudamericanos.

Sin duda alguna, su culinaria, reconocida en todo el país, es rica en productos y sabores, convirtiéndola en una de las más variadas y apreciadas por los paladares más exigentes.

Definitivamente, la Ciudad Blanca es uno de los mejores exponentes de la gastronomía peruana. Ya sea disfrutando de un tour por la ciudad o de sus atractivos naturales, como el Cañón del Colca y el volcán Misti, Arequipa nos abre sus puertas y nos invita a la aventura.

La ciudad de Puno es otra de las joyas del Perú, rodeada por la belleza del Lago Titicaca y sus islas. Fue fundada en 1668 por el virrey Fernández de Castro o Conde de Lemos, debido al interés por sus ricas minas de plata. Puno se encuentra a orillas del Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, a una altura promedio de 3,810 m.s.n.m albergando diferentes etnias e islas como Taquile, Amantaní y las flotantes de los Uros.

Rico en restos arqueológicos, tanto pre-incas, incas y coloniales; Puno es también considerada la capital folklórica del Perú por la variedad y belleza de sus danzas que representan el mestizaje de los pueblos quechuas, aymaras e hispanos, y que pueden apreciarse en su máximo esplendor durante las celebraciones a la Virgen de la Candelaria.

En la actualidad, la población puneña convive en medio de tradiciones y costumbres, las cuales han sabido preservar con el pasar de los siglos, permitiéndonos compartir el legado de sus antepasados que aún vive entre ellos. Ya sea recorriendo el Lago Titicaca o celebrando con danzas típicas en una de sus festividades, Puno es un destino imperdible en el viaje por el Perú.

Historia, magia y diversión se mezclan en la ciudad del Cuzco –Cusco, Qosqo- capital del Imperio Incaico, llamado Tahuantinsuyo y conocido entonces como el “Ombligo del Mundo”. Su fundación española se remonta al año 1534, y hoy es considerada la Capital arqueológica de América y Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sin duda alguna, es el destino turístico más importante del Perú y, posiblemente, de toda Sudamérica, al igual que la majestuosa ciudadela de Machu Picchu.

En las calles de esta ciudad se resume la historia de nuestro país. Basta recorrerlas para apreciar la mixtura de culturas, de gentes, de costumbres y de arquitectura que no son más que ejemplos del paso de los diferentes periodos vividos, desde el pre-inca hasta nuestros días, reuniendo así la historia del Perú en un solo lugar.
Cuzco alberga una de las 7 Maravillas del Mundo: Machu Picchu, el máximo exponente del dominio de la técnica y trabajo que los Incas tenían sobre la piedra. Es posible acceder a Machu Picchu disfrutando el clásico recorrido en tren, deleitándose con vistas desde un helicóptero o, por qué no, siguiendo alguno de los Caminos Incas.

Además de una gran variedad de sitios arqueológicos, historia y cultura viva, Cuzco es uno de los lugares más adecuados para la práctica de deportes de aventura, ofreciendo diversas alternativas que pueden ser combinadas con alguna visita cultural a la ciudad o sus alrededores.

Llegar a Ica es encontrar un verdadero oasis agrícola en pleno desierto. Fundada en 1563 por el Virrey Conde de Nieva, la ciudad es, hoy en día, uno de las principales productores vitivinícolas del país, cuna del pisco, bebida peruana por excelencia. En ella se introdujo el cultivo de la vid con mucho éxito, convirtiéndose en el principal agro-exportador del Perú.

Situada en la costa sur del país, tiene una ubicación extraordinaria y una temperatura promedio anual de 22ºC que la convierten en una de las ciudades favoritas de peruanos y extranjeros en busca de buen clima y actividades de recreación.

Localizada entre las regiones de desierto de Paracas y Nazca, se puede usar de base para excursiones a ambas ciudades. La ciudad de Ica es un lugar apacible que, pese a su crecimiento económico, ha mantenido la tranquilidad de un pueblo pequeño, convirtiéndose en el lugar ideal para el descanso. La ciudad de Pisco es famosa por ser el lugar de origen de nuestra bebida nacional, que lleva el mismo nombre.

Sus impresionantes dunas y desierto, hermosas playas y el calor de su gente, unidos a su gastronomía y los imperdibles piscos, convierten a Ica en un verdadero paraíso, no sólo para descansar, sino también para disfrutar de las diversas actividades de deporte y aventura que aquí se pueden desarrollar.

Famoso por sus Líneas de Nazca (también Nasca), esta ciudad se encuentra ubicada en un hermoso valle rodeado por el inhóspito desierto de la costa peruana. Además del interés generado por estas enigmáticas líneas y figuras, Nazca también es conocida por ser la cuna de la cultura del mismo nombre. Los Nazca fueron los primeros en utilizar variedad de colores en su cerámica, siendo ésta muy apreciada y reconocida por especialistas del mundo entero.

Actualmente, la población se dedica básicamente a la agricultura, gracias a técnicas de regadío desarrolladas por estos primeros habitantes. Algunos de los acueductos subterráneos que ellos crearon aún están en uso, siendo los más representativos los de Cantayoc.

La fundación española de la ciudad se remonta a 1591, cuando gobernaba el Virrey García Hurtado de Mendoza. Durante la Colonia, estas tierras pronto adquirieron protagonismo por su apreciable producción de vino y de un aguardiente de uva conocido como Nazca, similar al pisco, el cual estaba destinado para el consumo de lugareños y esclavos.

El principal atractivo de la región son, sin duda alguna, las enigmáticas líneas trazadas en sus pampas, con figuras zoomorfas, antropomorfas y geométricas que llegan a medir hasta 300 metros de longitud. Sobre el origen de las Líneas de Nazca se han tejido diversas teorías, causando la fascinación e interés de arqueólogos, historiadores e investigadores como la alemana Maria Reiche, quien dedicó su vida al estudio de las mismas. A ella se deben los primeros dibujos y mediciones de las figuras. Hoy, el mundo entero las conoce.

Cuna de la Cultura Paracas, famosa por sus textiles de gran calidad y colorido, esta zona es rica en recursos naturales. Declarada Reserva Natural por el gobierno peruano –la única en toda la costa-, constituye un área intangible para la preservación de las especies que la habitan.

En esta zona es posible encontrar restos de las culturas pre-colombinas que la habitaron, como la Paracas, reconocida a nivel mundial por sus famosos y coloridos mantos en lana de camélidos y algodón, de calidad y técnica impresionantes.

Paracas también es famosa porque en su bahía desembarcó el General San Martín junto a sus tropas, en 1820, durante su expedición libertadora.

Dentro de la Reserva se encuentran las Islas Ballestas, habitadas por millares de lobos marinos, pingüinos de Humboldt y cientos de otras especies de aves que la utilizan de refugio en su proceso migratorio. Este paraíso natural es un destino ideal para descansar, practicar deportes y aprovechar del buen clima todo el año.